Por
Ana González
Son muchos los factores que dan paso al surgimiento de un nuevo paradigma que demanda la gerencia empresarial que les permita reconocer, interpretar la realidad y ensayar cómo aplicarlo a nuevos campos emergentes; van desde la tendencia a rodearse de equipos innovadores, la competencia global, las cambiantes expectativas de los clientes que hacen que los líderes empresariales estén dejando atrás los enfoques estratégicos tradicionales.
Se trata de un nuevo grupo de motivos que reconoce una fuerte motivación hacia los resultados del trabajo. Si verdaderamente existe tal motivación, su repercusión en la economía de la empresa puede ser notable, pues el problema último de la dirección de empresas consiste en coordinar los objetivos individuales con los objetivos globales de la organización; lo anterior convence de estar en presencia del nacimiento de un nuevo paradigma motivacional, que traerá como consecuencia una nueva visión de la empresa y, por tanto, de la manera de dirigirla.
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